La memoria de la seda.

El Museu Comarcal repartirá este año más de 30.000 gusanos.

Visto el éxito que obtuvo esta iniciativa durante el año pasado, del 17 al 29 de abril, el Museu Comarcal de l’Horta Sud “Josep Ferrís March” vuelve organizar un ciclo destinado a recuperar la memoria del gusano de seda, que tanta importancia tuvo en la economía y cultura de la huerta desde la edad media hasta el siglo XX.
El gusano de seda y el árbol que le sirve de alimento, la morera, tienen origen oriental. En la península ibérica fueron introducidos por los musulmanes, quienes habían aprendido la sericultura de los chinos. A finales de la edad media el cultivo, producción y comercio de la seda adquirió una gran importancia en Valencia y su huerta, tal y como lo demuestran la edificación de la Lonja de la Seda, monumento declarado Patrimonio de la Humanidad, la creación en 1479 del Gremio de Velluters, que en 1686 sería elevado a Colegio del Arte Mayor de la Seda. La morera se convirtió en elemento característico del paisaje de la huerta al poblar los márgenes de los caminos y de los cauces de las acequias. Uno de los pocos vestigios que todavía nos quedan son los ejemplares centenarios que acompañan la acequia de Quart a su paso por el polideportivo de Aldaia. Y la mayor parte de agricultores complementaban el trabajo de la tierra con la cría del gusano, por que en la planta superior de las casas y alquerias había andanas de cañizo para su cría. De allí proviene el nombre de andana con el que se denomina en la comarca este espacio alto de la casa. Algunas casas de Torrent y algunas alquerias de la huerta todavía conservan estos cañizos para la cría del gusano. A partir de la segunda mitad del siglo XIX la sericultura entró en declive, por lo que desapareció como actividad económica. Pero hasta no hace mucho tiempo continuó como actividad lúdica, puesto que cada año, durante la primavera, todos los niños y niñas tenían su cajita con gusanos de seda. Considerando la importancia del gusano de seda en la cultura popular de la comarca, el museo quiere contribuir a su recuperación como actividad lúdica y pedagógica, relacionada con el conocimiento de los seres vivos y el respeto a la naturaleza y al medio ambiente. Por ello, durante las próximas semanas, el museo obsequiará con una cajita con gusanos de seda a los niños y niñas que visiten el museo acompañados de sus padres y madres, dónde además podrán realizar varias actividades para profundizar en el conocimiento biológico y cultural de este invertebrado.

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